me acompañan manos agrietadas y el olor del tabaco. me acompaña el aire en la cara y la brisa del mar, la arena en mis pies y el frío en mis brazos, aunque pronto este fumador empedernido se da cuenta y me arropa.
"Meriendo algunas tardes: no todas tienen pulpa comestible. Si estoy junto a la mar muerdo primero los acantilados, luego las nubes cárdenas y el cielo -escupo las gaviotas-, y para postre dejo las bañistas jugando a la pelota y despeinadas."
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