acaba de terminar mi primera y última mascletá nocturna de este año; la hemos visto desde el balcón de casa, como cuando vemos la Palmera o bueno, lo que queda de Palmera, porque ya no son lo que eran.
"Meriendo algunas tardes: no todas tienen pulpa comestible. Si estoy junto a la mar muerdo primero los acantilados, luego las nubes cárdenas y el cielo -escupo las gaviotas-, y para postre dejo las bañistas jugando a la pelota y despeinadas."
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